Si llego a saber antes que mi icónico Greg Mackintosh es capaz de hacer estas guturales ya habría escrito a Paradise Lost para pedirles que fuese el el encargado de esta faceta en los conciertos. Promete -y mucho- el proyecto de mi querido genio junto a otras figuras destacadas como Hamish Glencross o Adrian Erlandsson originado como via de escape emocional a raíz del fallecimiento del padre Mckintosh en 2009. Con un sonido directamente entroncado con el death metal old school de bandas como Bolt Thrower o Entombed, pero con el toque imprescindible y especialmente sombrío del iniciador de todo este tinglado y una producción más moderna, no puedo más que esperar con ansiedad la aparición del elepé “A Fragile King” el día 31 de este mes. Además, parece que esto no es flor de un día y que tendremos oportunidad para verles en directo. Cruzo los dedos.
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