A la vez que una bandada de recelos me invadieron según comencé a escuchar “Bliss Release”, algo había que me invitaba a seguir prestándoles atención con la misma o más intensidad con la que inicialmente me desconcertaba el exceso de “flower power” de algunos momentos de su música. Finalmente, la calidad se impuso a los prejuicios y he de quitarme el sombrero ante este cuarteto procedente del país de los canguros que, además de utilizar con éxito un notable y original arsenal de recursos compositivos tiene un talento innato para escribir buenas canciones y también capacidad para alterar el clima soleado que predomina en su ópera prima en cortes tan emotivos y sinceros como “Hollow Drums” o “My Dreams” (1 y 2). Un rango de influencias muy notable, en su mayoría con aroma retro, desde el pop sesentero a la psicodelia pasando por el folk o los Smiths, ayudan a justificar con toda justicia el éxito de esta obra, todo un señor disco de principio a fin. Muy recomendado.
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