Los miembros de Enablers no son unos cualquiera, eso está más que claro, y su música tampoco. Por eso nunca jamás estará de más descubrirlos, aunque se haga tan tarde como lo he hecho yo.En una encrucijada única entre la poesía, el spoken word, el post-rock y la experimentación, los Enablers encuentran su hábitat ideal, un microclima al que cualquier cerebro inquieto y ávido de descubrir nuevos parajes sonoros y mentales se adaptará rápidamente como si de un oasis en el centro del desierto se tratara porque, junto a la riqueza de matices y la belleza, a veces más evidente , a veces más oculta de su música, los temas de Enablers tienen un algo más (la voz y las palabras de Pete Simonelli, el propio latido interior de las canciones) que actúa como un imán y encadena la mente y el corazón a sus rítmicas arritmias, a la voz recitada, a las explosiones sonoras, de un modo maravillosamente adictivo a la vez que sutil y casi inmediato. Una droga deliciosa. |
Enablers' members aren't run-of-the-mill musicians, that is obvious, as well as the music they make. That's why it will always be worthy to discover them, even if you do as late as i have done.Within unique crossroads in the middle of poetry, spoken word, post-rock and experimentation, Enablers find their perfect habitat, a microclimate to which any unquiet brain, hungry to discover new mental and soundscapes will easily adapt as if it was an oasis in the middle of the desert. Why? Just because, together with the richness of the music and its beauty -sometimes more evident, sometimes partly hidden, these guys' compositions have anything else (Simonelli's voice and words, the tracks' own inner beat) acting like a magnet and chaining the heart and the soul to their rhythmic arrhythmias, to the recitation, to the sonic explosions , in a wonderfully addictive and, at the same time, subtle and immediate way. A delicious drug. |
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