Darkness Falls puede, sin duda, hacer honor a su nombre y llegar a sonar oscuro (especialmente en los últimos tracks del disco), pero su primer corte largo “Noise On The Line” es un precioso rayo de luz con una encantadora atmósfera cincuentera (creo que David Lynch las ficharía para una BSO) que da inicio a una suscesión de cancionazas que, junto a las citadas influencias retro también beben del electropop y que mantienen como esencia común el tremendo talento compositivo de Josephine Philip e Ina Lindgreen gracias al que han facturado una obra imprescindible para cualquier amante del pop bien hecho, el indie o los sonidos con cierta pátina de oscuridad. Descubiertas por el sr.Trentemøller, no se puede decir otra cosa que tiene un olfato fantástico como cazatalentos.
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