Empezaré esta reseña diciendo que “Sine Tempus” posee una particularidad de la que posiblemente muy pocos discos puedan presumir: es -siempre según su creador- la banda sonora de una película que aún no ha visto la luz. En lo estrictamente musical, la expareja de Björk nos presenta un conjunto de temas con un muy buen comienzo en clave drum 'n bass, una parte central quizá algo machacona -en la que se agradece, eso si, el gusto por el riesgo que supone un registro más agresivo- y una conclusión, bastante satisfactoria, a medio camino entre los recursos de los dos bloques anteriormente mencionados. El resultado de la ecuación queda cerca del notable, razón más que suficiente para darle unas escuchas.
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