Parece que cuando un músico de color coge una guitarra eléctrica, es difícil que la cosa salga mal y frecuente que, además, sea creativa y original. Blackbeard, la banda de rock (no confundir con la formación homónima de música dub) es un buen ejemplo de ello. Deudores, eso sí, en cuanto a ideas y temática lírica de Living Colour, estos músicos tienen un estilo más que definido y personal y exploran géneros ignotos para sus inspiradores, como el rock progresivo (como muestra, la primera parte del disco). Por supuesto, no falta el funk y sorprende una balada “híbrida” mitad country mitad música negra como “Lonesome Man Song”, todo ello acompañado de un indudable talento compositivo e interpretativo que les ha permitido sacar un álbum redondo, lleno de buenas canciones. Muy recomendable.
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