El segundo larga duración de los madrileños Jardín de la Croix se asemeja a todo lo bueno de su directo: es cálido, sutil, bello y absorbente y, aunque su feeling sobre el escenario supera a lo que son capaces de transmitir en estudio, esto no es ninguna crítica negativa hacia el disco: simplemente , es un grupo que resulta imprescindible ver en concierto. Volviendo al disco, resulta complicado quedarse con una composición, ya que la obra merece disfrutarse completa para perderse y deleitarse en sus matices y en el talentoso virtuosismo de los músicos, que logran aunar técnica y sentimientos en un matrimonio perfecto que ojalá dure muchísimo tiempo. Estupendo.
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1 comentario:
Ocean Cosmonauts, genial !! y Pomeroy otro tanto !!
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