Se podría decir que “Snakes for the divine” es lo más comercial -o lo más directo- hasta la fecha del trío californiano, pero, desde luego, no lo peor sino más bien al contrario. Empieza como un trallazo con el corte homónimo del álbum y continúa hasta el final sin dar respiro y sin abandonar el sonido tradicional de la banda, mostrándose grueso, poderoso y bastante heavy a ratos, todo hay que decirlo. Todo un puñetazo en la cara, intensísimo y ultraenergético. Con música así,¿quién necesita de otras sustancias?
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