El primer larga duración de este trío procedente de California suena, sí, como Electric Wizard y, si, también, como la versión rockera de SUMA; y hablar de Electric Wizard y de “versión” en este caso no es sino alabar las cualidades de este discazo: potencia, toque retro, mucha distorsión, una batería aplastante y un sonido, en general, demoledor con una perfecta alternancia entre el toque setentero y buenrollista (y la velocidad) del stoner y la pesadez y densidad del doom. A destacar también la escasa frecuencia -pero perfecta adecuación- de la voz y los solos ocasionales de guitarra muy bluesies en ocasiones y con un deje al Mackintosh de “Shades Of God” en otras. La temática de las letras tampoco desentona: drogas, extraterrestres y zombies forman parte de la imaginería stonehelmiana; lo que faltaba para que este debut en larga duración, que abre fuego con un fragmento de “Conan el bárbaro”, sea todo un trallazo. Imprescindible.
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