Aunque también disfrute de sus anteriores trabajos, he de reconocer que este cuarto larga duración de los estadounidenses es el que más me ha convencido globalmente. Encontrando un equilibrio perfecto entre las partes de deconstrucción musical y los fragmentos melódicos, TDEP han dado un paso hacia delante (quizá también hacia un mayor éxito comercial) sin renunciar a sus señas de identidad pero consiguiendo a la vez un punto más de accesibilidad (y, no nos olvidemos, de riqueza) en su sonido, lo que se aprecia ya desde “Farewell, Mona Lisa”, un perfecto anticipo del resto del disco en el que, eso sí, hay sitio para una Rara Avis como “Widower”, tema del que seguramente Mike Patton estaría orgulloso. “Option Paralysis” no solo es más, sino que también es mejor.
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